Por medio de un extenso comunicado, la selección chilena salió al paso de las declaraciones de Gustavo Álvarez, DT de Huachipato, que apuntó al tratamiento del elenco nacional en la lesión de Javier Altamirano durante la última fecha FIFA.

"No manejo temas médicos, lo único que sé es que entregamos un jugador sano y volvió con una úlcera", dijo el estratega "acerero" en una conferencia de prensa.

Ante aquellos dichos, La Roja relató que el jugador se presentó el 5 de junio "en proceso de recuperación de una cotusión y hematoma del ortejo mayor del pie izquierdo sufrido con su club un mes antes", la cual ya había sido "tratada con antibióticos por el cuerpo médico de esta selección durante el microciclo sub 23 realizado entre el 22 y 25 de mayo.

Lo que finalmente dejó a Altamirano fuera de acción ante República Dominicana y Bolivia fue que "sufrió un nuevo traumatismo en la misma zona que lo había sufrido en su club". El "Equipo de Todos" aseguró que tras aquello se inició un proceso de exámenes imagenológicos, trabajos de kinesiología y tratamiento antibiótico preventivo.

"Todas las situaciones antes mencionadas fueron comunicadas de forma oportuna al club Huachipato y a su cuerpo médico, tanto de forma telefónica como a través de un informe médico escrito enviado al club el día 21 de junio", versó el texto de la selección.

"Se concluye que el jugador al momento de integrarse tenía una condición previa con riesgo de complicación, misma que fue evaluada en forma minuciosa, adecuada y oportuna por el cuerpo médico de la Selección Nacional", continuó.

Finalmente, La Roja recalcó su compromiso con el cuidado de todos los jugadores y expresó que su trabajo "no se condice en absoluto por lo expuesto públicamente en los medios de comunicación por el director técnico del club Huachipato, señor Gustavo Álvarez".