Una insólita situación ocurrió en el fútbol de China. Lhasa Chengtou, único club del Tíbet, anunció que no podrá seguir compitiendo, ya que le fue prohibido jugar como local en su estadio, ubicado a una altura de 3.650 metros sobre el nivel del mar.
Este equipo, fundado hace tres años y que competía en la tercera división china, estuvo tramitando por varios meses jugar en su estadio. Mientras tanto, tuvo que jugar en otras ciudades: Huizhou y Deyang, muy lejanas del Tíbet.
La Asociación China rechazó la solicitud para jugar, ya que la presión de oxígen en el Tíbet es un tercio más baja, lo que complica físicamente a cualquiera, incluso a los deportistas de alto rendimiento, practicar una actividad intensa, como un partido de fútbol.
Una situación similar generó polémica en Sudamérica, ya que la FIFA, en 2007, prohibió que los partidos internacionales se jugarán por sobre los 2.500 metros sobre el nivel del mar, ya que esta condición afectaba a los jugadores.
Sin embargo, eso perjudicaba a Bolivia, Ecuador y Colombia, pues sus selecciones se hacían fuertes en La Paz (3.600 metros de altitud), Quito (2.800) y Bogotá (2.600).
Un año más tarde, la FIFA dio marcha atrás y revocó su decisión para la Conmebol. En China, en cambio, fueron implacables al aplicarla contra este equipo.