Los organizadores del Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada que se disputará a partir del 20 de enero, anunciaron que los premios para los jugadores se incrementaron en un 14 por ciento y que ahora serán de 50 millones de dólares.

Este aumento beneficiará, sobre todo, a los eliminados en las primeras rondas, ya que los que pierdan en el primer partido ganarán 63.000 dólares, un veinte por ciento más que en la edición de 2019.

Los ganadores del Abierto de Australia, tanto en categoría masculina como femenina, ganarán casi tres millones de dólares.

La decisión podría estar vinculada a las apuestas deportivas, tras un informe publicado hace unos meses en el que se apuntó que los jugadores en los niveles más bajos eran más propensos a la corrupción, debido a la dificultad para ganarse la vida.