La historia no juega, con la camiseta no se gana, el ser un equipo grande no te asegura resultados, el tener muy buenos jugadores no te hace ser superior al rival; no son simples frases que hemos escuchado a través del tiempo, es una realidad.

Para ganar y sacar buenos resultados hay que tener un grupo de jugadores y no tan solo un conjunto de estos. Hay que tener una idea de juego, un técnico que convenza a sus jugadores y tener a estos comprometidos con la idea que tiene su entrenador.

Palestino y Unión La Calera lo hicieron, y si bien esto está empezando, mostraron una idea, un compromiso, personalidad y sobre todo la forma de afrontar los partidos. No salen a buscar un resultado de cualquier manera, tratan siempre de jugar y cuando no pueden hacerlo son inteligentes a la hora de defenderse y ver que es lo mejor que le conviene y que le plantea el partido en determinado momento. Ingredientes de una receta exitosa y confiable.

Usted se preguntará por qué un equipo grande como la U no pudo lograrlo, porque a pesar de contar con una historia, con una camiseta de peso y con un conjunto de jugadores de mayor jerarquía, no tuvo idea de juego, su técnico no le encontró la vuelta todavía, un bajo rendimiento de sus futbolistas y una mayor obligación que los otros equipos (eso a veces paraliza a sus futbolistas que no pueden manejar la presión y la obligación de ganar).

Palestino y La Calera están mostrando el camino y han demostrado que se puede, que en la medida que un equipo tenga personalidad, que intente jugar, que tenga convicción, que equipare la intensidad del plano internacional y que su técnico tenga una idea de juego definida, más allá del resultado, el sabor de boca que nos queda es dulce, esperanzador y nos hace reflaxionar que el fútbol chileno no es tan malo como se piensa, que no es uno de los peores del continente y que el desafío para nuestros equipos es agregarle al buen juego que se tiene en nuestro campeonato, una intensidad que nos ponga a la altura en el plano internacional.

Los ingredientes están, el tema es utilizarlos de forma recurrente y saber que sinó nos aprendemos la receta, lo más probable es que lo que cocinemos nos salga mal.