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La columna de José Arnaldo Pérez: Ahora les pasa a ellos

El periodista de Al Aire Libre en Cooperativa analizó el triunfo de los Cóndores en el Seven de Punta del Este.

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Por más que he intentado no logro recordar el nombre de un narrador deportivo de Neuquén, Argentina. Gordo simpático, buena gente, gran profesional y de mil historias. Entre sus anécdotas estaba que relató el Mundial de Básquetbol de Indianápolis el 2002. Aquel donde hasta el día de hoy los trasandinos reclaman por los cobros de la final que favorecieron a Yugoslavia y les privaron del título planetario, del cual se cobraron revancha dos años después ganando la medalla de oro en Atenas.

En la segunda ronda del Campeonato Mundial, Argentina demostró que estaba para grandes cosas y le ganó al local por 87 a 80. Aunque los 5.623 espectadores que llegaron al Conseco Fieldhouse vieron que Estado Unidos no era la gran cosa. Sin las grandes estrellas de la NBA y un equipo absolutamente secundario remataron el campeonato en el ofensivo sexto lugar para un país que se precia de ser el mejor del planeta sin discusión en el baloncesto. Pero este gordo neuquino recordaba que relató el triunfo "histórico" de una forma eufórica, desatada, y terminó arriba de una mesa lo que llamó la atención de los periodistas locales, e incluso una cadena de televisión lo tentó para llevárselo. "Te imaginás como dejé de locos a los gringos que me querían contratar, porque les gustó como relaté el triunfo sobre el Dream Team".... ¿Dream Team? Ni en mil años se le podrá hacer ver que ese equipo de los Estados Unidos era un remedo del verdadero Dream Team. Dale y dale con el triunfo histórico. Le salía bonita la historia, ya que cuando la contó sólo habían pasado dos meses de ese partido de septiembre del 2002.

El "gordo" también recordaba que en su juventud jugó un partido de rugby contra un equipo de Nueva Zelanda, y que "eran unas bestias, después del match estuve en cama como una semana, me dolía todo"... Los Cóndores no podrán descansar una semana, porque nuestro combinado nacional del "seven" debe pensar de inmediato en el torneo que se disputará este fin de semana en Viña del Mar... Pero bien vale, y mucho, una pausa. Porque hay que decirlo así de firme, fuerte y claro: el título que se consiguió en Punta del Este al derrotar a Argentina en el último instante es la victoria más trascendente en la historia de la "ovalada" nacional.

Durante toda la transmisión internacional del "seven" de Punta del Este nos hacían saber que Argentina llegaba con lo mejor, nada de guardar elementos, eran los "Pumas" con todas sus letras. Así lo decía en las jornadas previas la página oficial de la Unión Argentina de Rugby. Donde aclaraban además que el "coach" Santiago Gómez  Cora dio espacio a dos talentosos juveniles recientes ganadores de los Juegos Olímpicos de la Juventud: Juan Martín González y Nicolás Roger. Y que volvían los experimentados Rodrigo Etchart y Fernando Luna, ya que la idea era revalidar el título del 2017, cuando le ganaron a Fiji, quien a esas alturas eran los recientes campeones Olímpicos. Así nos lo contaron desde el otro lado de la cordillera.

Chile tuvo una jornada brillante el sábado donde le ganó en un reñido partido a Alemania, y luego aplastó a Paraguay y los Estados Unidos. En la fase final no hubo piedad con Canadá y en semifinales pese a comenzar perdiendo se derrotó a Portugal. Y tras esa victoria frente a los "lobos" se le preguntó al capitán nacional Felipe Brangier qué les parecía jugar con los "Pumas" que venían con lo mejor. Y la respuesta llena de humildad fue tajante "es bueno medirse con rivales así, motiva y nos hace ver en qué nivel estamos".

Muchas veces Chile, y en diversos deportes llegó a la final, pero la frase al término era "por qué siempre nos pasa a nosotros" al lamentar derrotas de último momento que nos hacía ver a los otros dar la vuelta. Y parecía que el panorama conspiraba contra los Cóndores ya que una tormenta retrasó el partido con Portugal y les dio mayor tiempo de descanso a Argentina.

Ya en cancha, los "albicelestes" dominaron pero sin claridad en los metros finales y sólo consiguieron un try. Además durante dos minutos tuvieron un hombre demás por la amonestación de Rodrigo Fernández, pero el planteamiento y aplicación no les permitieron estirar las cifras. El marcador decía 5 a 0 para Argentina y se acercaba el término del partido, ellos incluso con la ovala en su poder, pero la presión de la Roja y el ímpetu por romper la historia hizo que en el último instante Lucas Wescott llegara hasta la línea final, empujado por todos los que veíamos el partido. Marcador igualado a cinco. Y con opción de conversión, tras lo cual habría alargue si se fallaba, o vuelta olímpica si había anotación. Rodrigo Fernández no se equivocó e hizo que los Cóndores volaran más alto que nunca. 7-5 para Chile... Es cierto que de inmediato hay que pensar en el "Seven" de Viña del Mar, pero esta selección nos viene acostumbrando a los títulos, ya lo hicieron en los Odesur de Cochabamba y ahora esta corona. Y con un triunfo en el último segundo. Para que ahora sean los rivales quienes digan "por qué esto nos pasa a nosotros"... Y al querido "gordo" de Neuquén, y sin ánimo de burla ni soberbia, le diría que no fue el "Dream Team" al que le ganamos, fueron, y así de cierto, a los Pumas.

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