El Mundial de Ciclismo que se celebra en Inglaterra vivió un triste y conmovedor momento durante la prueba de ruta sub 23. El colombiano Germán Gómez, de tan solo 18 años, iba en el lote principal, sufrió una desafortunada falla mecánica y estalló en lágrimas al no recibir asistencia del equipo de su país.

Gómez, parado al lado de la carretera, hacía gestos no solo esperando que apareciera su equipo, sino también al resto de las delegaciones que pasaban, con la esperanza de recibir ayuda. Sin embargo, ningún vehículo se detuvo para socorrerlo.


Totalmente frustrado por la impotencia, y sabiendo que la posibilidad de victoria se había esfumado, tomó su bicicleta y tuvo que avanzar varios metros hasta que recibió el soporte del equipo uruguayo, en un gesto de solidaridad entre competidores latinoamericanos.