La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) anunció, previo al Gran Premio de Canadá, que el Campeonato Mundial de Fórmula 1 tendrá una verdadera revolución en sus monoplazas que distarán de los actuales autos, con la intención de hacer más competitivas y atractivas las carreras.

Los nuevos bólidos tendrán mayor potencia eléctrica, un chasis más reducido, por lo que serán más ligeros y más pequeños, tanto así que su peso se reducirá en 30 kilos.  Los alerones también sufrirán cambios, ya que tanto el trasero como el delantero contarán con una aerodinámica activa, y con dos configuraciones posibles: una para  las curvas y otra para las rectas.

El directivo de la FIA Nicholas Tombazis señaló respecto de estas variantes que “los coches son ligeros, enormemente rápidos y ágiles, pero siguen a la vanguardia tecnológica”, y entre otras novedades tendrán, al igual que la Indy Car y la Fórmula E, el “push to pass” o botón de adelantamiento, que consiste en que un auto perseguidor recibirá potencia adicional para superar al bólido que va adelante y es susceptible de ser superado. Medidas que apuntan a hacer más atractiva esta competencia y que serán exigibles desde el 2026, aunque ya el próximo año pueden comenzar a trabajar en su implementación.