El director ejecutivo de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Santiago 2023, Harold Mayne-Nicholls, hizo la previa del evento polideportivo que se inaugurará este viernes en el Estadio Nacional, y aseguró que lo más difícil fue llegar con los recintos a tiempo, dado que los problemas que se han suscitado en los últimos días han sido detalles.
“Han sido jornadas de mucho trabajo, de planificación y de distintos procesos para que todo ande bien, y hasta el momento hemos tenido dificultades muy menores. En general estamos muy satisfechos con el trabajo que se ha hecho”, dijo en diálogo con El Diario de Cooperativa.
“El problema más grande es llegar corriendo con los recintos. Ahí sí que teníamos problemas, pero con una cancha de fútbol en mal estado no se puede jugar. Lo de las llaves es un absurdo, lo de la cañería en la piscina es porque no hubo tiempo de probar. Todo eso lo hemos ido solucionando, pero el gran problema fue cumplir con los plazos para sacar adelante los Juegos”, añadió.
“Y se cumplió, porque hay tecnología de primer nivel. Por ejemplo, la pista atlética es igual a la que se usará en París 2024, el court central que se remozó usa la misma tecnología de Roland Garros”, complementó.
Con respecto al legado que dejarán los Juegos, Mayne-Nicholls expresó que “deja 1555 departamentos que se usarán como viviendas sociales, deja una infraestructura deportiva de primer nivel. Y en lo intangible, nosotros esperamos que esto deje una cultura deportiva que haga cambiar a nuestra juventud a partir de las emociones que generan los Juegos y que se despierte el interés por hacer la actividad física”.