El director ejecutivo de Santiago 2023, Harold Mayne-Nicholls, habló acerca del bochorno que se vivió en la Villa Panamericana debido a que las llaves de cada uno de los departamentos estaban mal identificadas y hubo que desplegar a un contingente de voluntarios para probarlas una a una.
“Lo de las llaves es un absurdo, se entregaron mal las llaves, nadie le dio la importancia que tenía y de repente se dieron cuenta que no le servía esta llave a esta puerta y tuvieron que salir a identificar las puertas a las que le servían las llaves”, declaró.
“Eso es un absurdo, es para una telenovela, pero no tiene mayor importancia, nadie cambia su vida porque la llave la están buscando, no le doy más importancia que eso, es una anécdota no de las mejores, pero a la larga va a generar chiste entre los humoristas, no me cabe duda alguna”, explicó.
Luego, comentó que “dormí en la villa y de verdad no vi ningún trastorno mayor, mi llave funcionó, salió agua muy caliente, tuve que enfriarla, y conversé con muchos de los deportistas, están todos muy tranquilos”.
En esa línea, aportó palabras sobre las filtraciones de agua que obligó a las salidas de tres delegaciones durante el fin de semana: “Van a encontrar en todos los juegos en la historia que hay problemas, que la comida está muy fría, que no sale agua caliente y un largo etcétera. No voy a decir que esté bien, pero no es un tema nuevo, por lo tanto cuando detectamos esas cosas se trabaja, se arregla y se sigue“.
“Me imagino que ustedes -a los periodistas- cuando salen a transmitir no les sale a la primera todo perfecto, tendrán algún desperfecto, pegarán un grito a Santiago… es lo normal. Hay que echar una mano de pintura en algunos lugares que descubrimos que no están todo lo limpio que me gusta. Es verdad, hay cosas así, pero si alguien me demuestra que en sus trabajos no pasa lo mismo cuando están a última hora o que todo lo tienen planificado y terminado seis meses antes los invito a comer, a todos ustedes y a todos sus editores”, completó.