Este martes se conocieron los resultados de una importante restauración de la Copa Libertadores, que permitieron al trofeo recuperar valioso detalles de su versión original, que se entregó por primera vez en 1961 a Peñarol de Uruguay.

El remozamiento fue publicado por la Conmebol y por el presidente Alejandro Domínguez, quien destacó que “cuando asumí la presidencia, me propuse como una meta personal restaurar a su versión original esa Copa que significa tanto para el fútbol sudamericano. ¡Misión cumplida! Aquí está nuestra gloriosa Libertadores, tal como fue concebida”.


Además, dio detalles de los cambios, como por ejemplo: “Una de las cosas que yo identifiqué inmediatamente fue que en realidad el jugador pateaba con la derecha y no simboliza patear un penal como con la izquierda. Es más el comienzo del juego. Todas estas son partes únicas”.

“El club Boca Juniors, campeón en el año 1977 y 1978, puso ambas placas de oro: una de 14 y la otra de 24 quilates”, cerró.

Junto con esto, se reacondicionó la base de madera, las chapas de campeón, incluida la que acredita a Colo Colo como monarca en el año 1991, y toda la estructura pasó a ser de plata, en vez de acero.

Por su parte, desde Platería Camusso, donde se hizo el arreglo, agregaron que “las orejas tienen unas escaleras internamente, eso representa un estadio. La cancha sería la parte plana. Se ve una circunferencia que representa al mundo. El jugador que representa al futbolista latinoamericano encima del mundo. Y la columna central que eleva al juego latinoamericano a un nivel mundial. Todo está conectado y tiene una representación, un simbolismo“.


Este trofeo verá la luz el sábado cuando sea entregado al nuevo campeón de la Libertadores, que saldrá entre los clubes brasileños Flamengo de Mauricio Isla y Palmeiras de Benjamín Kuscevic, tras la final que disputen a las 17:00 horas (20:00 GMT) en el Estadio Centenario de Montevideo, también remodelado.