El futbolista camerunés Didier Lamkel Zé, del club belga Royal Antwerp, buscó forzar su traspaso yendo a entrenar con la camiseta de Anderlecht, clásico rival de su equipo y todo terminó mal pues a la entrada del recinto hubo golpes y empujones.

El africano no estaba siendo considerado ni siquiera entre los citados, y su club se negó a venderlo a Panathinaikos de Grecia, ante lo cual protestó con la tenida del clásico rival, ya cansado de las escasas consideraciones para con él.

No obstante, la jugada no le pudo haber salido peor al volante camerunés: apenas los empleados de seguridad del club lo vieron con la casaca del congoleño Yannick Bolasie, que en 2019 jugó en Anderlecht, le cerraron la puerta de acceso al campo deportivo. Sin embargo, Lamkel Zé intentó entrar a la fuerza y terminó a los empujones y golpes.

Luego de su insólita protesta, los hinchas de Antwerp se pusieron como locos y hasta amenazaron de muerte a su propio jugador.

Finalmente, al extremo -que por ahora no será vendido al fútbol de Grecia- no le quedó otra que retractarse en un video que su club publicó en la redes sociales. “Quiero disculparme con el Antwerp y con los hinchas del equipo, que siempre me apoyaron. Reaccioné así porque mi cabeza estaba en otro lado, pensando en el traspaso. No son tiempos fáciles para mí... Quiero aclarar que sigo formando parte del club y estoy a disposición si el entrenador me necesita”, fue parte de su discurso.