Por Marcelo Barticciotto, @marcelobarti

Lucas Barrios está de vuelta. Después de su regreso fallido, de las negociaciones que no prosperaron y de la artillería pesado de Mosa y del propio jugador, está nuevamente en Pedreros. Hay muchísimas esperanzas cifradas en el 9, ilusiona y tiene feliz a su hinchada y a su cuerpo técnico. Viene con muchos más pergaminos de los que se fue, pasos por el fútbol alemán, ruso y campeón de la Copa Libertadores en Brasil, tiene 9 años más en el cuerpo, pero también mucha más experiencia, y eso lo puede hacer correr un poco menos la cancha, pero mejor.

Con Lucas en el plantel, es difícil imaginárselo fuera de los 11 titulares, con él en cancha Héctor Tapia va a tener que, sí o sí, cambiar el sistema táctico que ha usado con mayor frecuencia hasta ahora. El 1-4-2-3-1 va a tener que mutar, y quizás pensar en un 1-4-3-1-2 si es que quiere jugar con Paredes y Barrios como la dupla de atacantes. En los cambios de sistemas habitualmente se tiene que sacrificar algún jugador, y si fuera así, un volante será el perjudicado.

Lo otro y no menos importante es que pueda convivir en el equipo con Paredes, que cada uno ocupe su espacio y no se estorben, en definitiva que ninguno de los 2 pueda realizar su trabajo de forma cómoda y con la libertad suficiente para rendir al máximo. Eso es tarea de los propios jugadores, de la distribución del equipo, y del trabajo del cuerpo técnico para rodearlos de la mejor forma y así poder rendir al máximo.

Viene con muchas ganas, vuelve a su casa (dicho por él) y en donde pudo desarrollar todo su fútbol en el tiempo que vistió la camiseta alba.

Desde ya, les deseamos mucha suerte, y que pueda colmar todas las expectativas en torno a él, deberá responder, hay mucha esperanza que así sea, la gente quiere disfrutar de sus goles y está feliz con su vuelta, no les puede fallar.