En septiembre pasado, la justicia chilena declaró el sobreseimiento de la quiebra de la Corporación de Fútbol Profesional de la Universidad de Chile (Corfuch), entidad que estaba a cargo del club azul antes de la llegada de la concesionaria.
Este dictamen deja a la Corfuch libre de deudas y lista para comenzar su resurrección, algo que incluso podría poner en jaque la continuidad de Azul Azul en 2037, año en que finaliza el contrato con la concesionaria.
A ello se agrega que la justicia estableció que Lino Díaz “nunca fue elegido” presidente de la Corporación y a partir de eso, es René Orozco quien asumirá como presidente a los 88 años.
“Estoy contento, porque estamos dando pasos importantes. Hace rato estamos peleando, porque la U fue mal declarada en quiebra y desde ahí le han robado el patrimonio. Éramos parte del fisco y de la Universidad de Chile. Por eso no podíamos estar en quiebra. Bueno, al menos ahora, la justicia actuó y poco a poco van a ir saliendo los trapos al sol. Esos mismos que dije en su momento y me trataron de loco”, comentó Orozco en diálogo con La Cuarta.
“Me gustaría que volviéramos a ser una corporación sin fines de lucro, parte de la Universidad de Chile. La más importante del país. Yo estudié, viví y fui presidente. Hicimos las cosas que muchos no fueron capaces de hacer. Se reían porque la Ciudad Azul estaba lejos y solo teníamos agua. Pero hoy en día valdría millones y con la autopista estaría cerca. Es inentendible que el síndico José Manuel Edwards lo haya vendido a 400 millones cuando valía 2.500. Perdimos mucho patrimonio”, añadió.
Pese a su edad, Orozco dice tener las ganas de llevar a cabo la tarea: “Esto me da fuerzas antes que termine mi vida. Y terminar las cosas que tengo que hacer. Voy a dar la pelea hasta el final”, comentó.