La Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y la Liga Pro se comprometieron a otorgar garantías y mejorar la seguridad de los árbitros, que aceptaron volver a dirigir desde este lunes tras la paralización sufrida a raíz de la agresión al juez central Alex Cajas en un partido del torneo local.
En un documento, la FEF y Liga Pro han garantizado que aplicarán con el máximo del rigor del reglamento del fútbol profesional ecuatoriano para desterrar los actos de violencia, como el suscitado el sábado pasado con la agresión al árbitro Cajas durante el partido entre Macará y Aucas.
“Tanto la FEF como Liga Pro se comprometen a sancionar con el máximo rigor de la Ley y los reglamentos a quienes cometan estos repudiables actos y hacen público su compromiso de reformar los reglamentos que rigen al fútbol para que existan sanciones deportivas y económicas ejemplares”, señaló el oficio.