El entrenador de Universidad Católica, Ariel Holan, habló sobre el momento más complicado que le tocó en la ruta de los “cruzados” al tricampeonato, señalando que tras la eliminación en Copa Sudamericana sufrieron muchas lesiones que obligaron al debut de algunos juveniles.
“El momento más difícil fue cuando en los primeros días de este año y los últimos del 2020. Quedamos eliminados de la copa de una manera muy apretada. Hicimos un gran partido en Buenos Aires y cuando volvimos perdimos a Fernando Zampedri, con todo lo que significa, y a Valber Huerta en la revancha. Perdimos casi la columna vertebral, dos de los pilares”, sostuvo Al Aire Libre en Cooperativa.
“Hicimos un partido acá que podríamos haber tenido otro tipo de resultado, pero las cosas son así en el fútbol. Quedamos fuera de una ilusión muy grande que teníamos, porque estábamos empoderados, sentíamos que podíamos llegar a la final, pese a que nuestra llave era muy difícil, porque estaba Vélez y luego teníamos a Lanús o Independiente”, continuó el DT.
“Jugamos siempre contra equipos realmente pesados, la verdad es que hicimos una muy buena copa, pero nos sentíamos empoderados para llegar a la final y cuando no ocurrió, en seis días tuvimos ese partido y dos clásicos seguidos, con Colo Colo y la U, partidos de una carga emocional muy grande y sin conseguir el objetivo de pasar a semifinales, como era nuestra ilusión”, recordó.
“Ahí, emocionalmente, vino una cadena de lesiones a la salida de esos partidos y nos condicionó el rendimiento del equipo. Tuvimos que hacer debutar a una serie de juveniles con muchas condiciones, pero que en su preparación no estaba en el corto plazo no estaba su debut en Primera División. Jugamos partidos con Carlos Salomón, Clemente Montes, Gonzalo Tapia, también Alexander Aravena; sumados a Marcelino Núñez, Diego Valencia, Ignacio Saavedra, Raimundo Rebolledo, que tienen más experiencia, pero lo positivo es que son futbolistas de la cantera del club con futuro promisorio, pero que tienen que trabajar mucho para seguir creciendo”, manifestó el argentino.
“Todos hicieron un trabajo muy duro, pero no llevan ni cuatro meses jugando en primera, la mayoría de ellos. Tuvieron que jugar de emergencia, no podíamos completar el grupo por las lesiones de Germán Lanaro, Juan Fuentes, Tomás Asta-Buruaga. Practicamente nos quedamos sin zagueros centrales y por eso Carlos tuvo que debutar”, argumentó.
” Ese fue el momento más difícil, por eso me detuve a explicarlo en detalle, porque creo que nos estábamos jugando la suerte del campeonato. Sin Lanaro, Fuentes, Fuenzalida, sin Puch, sin Lezcano, con practicamente la base del equipo que fue el que hizo los grandes partidos en Copa Libertadores y nos llevó a sacar una diferencia de varios puntos y ahí tuvimos que empezar a reinventarnos, lo pudimos sacar adelante porque los chicos estuvieron a la altura”, destacó.
En relación al gran desgaste de la temporada, indicó que “fuimos el equipo que más jugó, es un proceso que desgasta. A veces ni con 72 horas de recuperación y no estábamos acostumbrados”.
Por otra parte, se refirió a la salida del volante César Pinares, ante lo cual explicó que la idea fue reemplazarlo con Marcelino Núñez, quien estuvo casi dos meses lesionado, algo similar a lo que le sucedió a José Pedro Fuenzalida, ante lo cual también ingresó Diego Buonanotte.
“Empezamos a buscar alternativas, a veces jugando con dos delanteros de área o dos y con uno con las características de Buonanotte para enlazar. Cambia el funcionamiento del equipo y el trabajo que veníamos haciendo. Eso fue un esfuerzo muy grande de los futbolistas para adaptarse y tratar de sobrellevarlo”, completó.