La selección de fútbol de Bélgica vive su primera crisis en la era de Dominic Tedesco en el banco, después que el guardameta Thibaut Courtois abandonó la concentración al saber que, ante la ausencia por lesión de Kevin de Bruyne, el capitán no sería él sino el delantero Romelu Lukaku.

“Estamos decepcionados por su reacción”, declaró a la radiotelevisión pública RTBF el atacante Yannick Carrasco tras la victoria de los “Diablos Rojos” ante Estonia por 0-3 en el marco de la clasificación para la Eurocopa de 2024, después empatar en casa con Austria por 1-1.

Courtois, de 31 años, no se presentó el domingo por la noche en el hotel de concentración del combinado belga en Tubize (sur de Bruselas) y no viajó a Tallin para el duelo del martes, aparentemente ofendido porque el capitán contra Austria fue Lukaku, de 30 años y con 108 convocatorias como internacional, por 102 del portero.

Su puesto en la portería en Tallin fue ocupado por el arquero de Estrasburgo, Matz Sels, de 31 años.

Carrasco, extremo del Atlético de Madrid que heredó el brazalete de Lukaku cuando el delantero fue sustituido en el minuto 69, tras marcar un doblete frente a Estonia, criticó la actitud del portero de su selección y de Real Madrid.

“Al final, es parte del equipo, es uno de los tres capitanes. Un brazalete es solo un detalle. Tienes que demostrar que eres un líder y un capitán con tu personalidad. Wl eligió irse. Tenía molestias o no, nosotros no lo sabemos. Pero uno de los motivos de su marcha también fue la jineta”, dijo Carrasco.

El futbolista explicó que el equipo había mantenido una reunión sobre el asunto con el seleccionador, pero aún no habían tenido ocasión de hablar con Courtois, quien por su parte aseguró en redes sociales que su decisión se debió a que tenía problemas físicos y criticó a Tedesco por dar a conocer el problema.

La actitud del guardameta molestó en Bélgica, donde la prensa cargó contra él, en ocasiones reclamando sanciones y en otra simplemente una disculpa.