Daniel Schapira, segundo máximo accionista de Azul Azul, concesionaria que rige los destinos de Universidad de Chile, manifestó sus dudas respecto a la llegada de la ex ministra del Deporte Cecilia Pérez a la mesa directiva de la sociedad anónima.
“No tengo nada en contra de ella. Es reconocida hincha azul, en todo caso, y me parece que es cercana a Cristián Aubert y debe serlo también con la gente de Sartor, pero creo que hoy políticamente no es el minuto para tal nombramiento y menos como vicepresidenta”, dijo Schapira en entrevista con El Mercurio.
“Hay que darse cuenta de cuál es el ambiente que existe en Chile y creo que esto va absolutamente en contra de lo que está pasando en el país”, añadió.
“Ojalá sea un aporte en el sentido de sus conexiones, de sus contactos y de su innegable manejo político para que eso permita acercarnos a lo que todos queremos, que es conseguir un terreno para construir un estadio para la U. Ese puede ser su principal aporte. No sé qué otra cosa podría hacer en el club”, complementó.
Schapira explicó que con la composición del directorio, “se formaron dos bloques. Uno con los siete directores de Sartor y otro con los dos directores de la universidad y los dos de nosotros, José Joaquín Laso y Juan Pablo Pavez. Queremos ser una oposición constructiva, ante un manejo que tiene que escuchar al resto para mejorar el panorama institucional y deportivo, que es muy preocupante”.
“Queremos que nuestra voz y la de todos los directores sea escuchada y, si las cosas se dan en algún minuto, Michael Clark decida, por qué no, vender una parte del club. Pensamos que no debiera existir nunca más un controlador único en Universidad de Chile, para que todo sea más democrático, porque de lo contrario, siempre van a estar pasando la aplanadora, haciendo las cosas a la pinta del controlador y nosotros no estamos de acuerdo con eso”, añadió.
Por último, Schapira se expresó en relación al difícil momento que vive el equipo a nivel deportivo.
“El equipo es un desastre, está mal conformado. Me dio risa, porque en esta junta de accionistas frente a ciertas preguntas se le echó, como siempre, la culpa al empedrado, diciendo que este equipo es mejor que el del año pasado, y que los actuales controladores recibieron al club en condiciones lastimosas”, dijo.
“Pero si lo que pagaron fue precisamente lo que corresponde por un club que no estaba bien, si el club hubiera estado en una situación boyante habrían tenido que pagar mucho más. Ellos sabían perfectamente lo que estaban comprando, pero como son astutos, siempre habrá alguien a quien culpar”, añadió.