La Federación de Fútbol de Nueva Zelanda respaldó este martes la decisión de su selección de retirarse del amistoso frente a Qatar tras el primer tiempo por los insultos racistas dirigidos a su jugador Michael Boxall, y aseguró que “hay cuestiones que van más allá del fútbol y es importante hacerlas frente”.
“Nunca queremos que se suspenda un partido, pero hay cuestiones que van más allá del fútbol y es importante hacerlas frente. No hay lugar para el racismo en el fútbol”, aseguró el director general del organismo, Andrew Pragnell, en un comunicado hecho público este martes.
El dirigente afirmó que su federación “apoya plenamente la acción” de sus jugadores, “que acordaron de forma conjunta esa postura, después de que en el minuto 40 del partido amistoso que Nueva Zelanda y Qatar jugaban en localidad austríaca de Ritzin un jugador qatarí profiriera insultos racistas dirigidos al defensa neozelandés Michael Boxall.
Los hechos se produjeron tras una confrontación entre los dos futbolistas y según la Federación de Nueva Zelanda varios de sus internacionales escucharon los insultos, incluido el afectado.
“Los jugadores informaron del incidente, pero no se adoptó ninguna acción oficial. En el descanso, con los All Whites ganando por 1-0, dado que no se había tomado ninguna decisión, el equipo colectivamente acordó que no continuaría con el partido”, agregó la federación de Nueva Zelanda.