Gerald Miranda, gendarme detenido por los incidentes en el clásico estudiantil entre Universidad de Chile y Universidad Católica, quedó en libertad tras su formalización este lunes en Concepción.

Miranda quedó con firma mensual y con prohibición de entrar a algún recinto deportivo mientras dure la investigación, que será de seis meses, tras ser acusado de entregar fuegos de artificio a barristas que los lanzaron a la cancha.

Tras la audiencia, el gendarme insistió en su inocencia señaló: “Me dio mucha rabia, porque en la media hora de partido empezaron y los encapuchados empezaron a lanzar bombas de ruido y otras cosas en varios sectores del estadio“.

“En ese momento le dije a la gente que se corriera para arriba o algún lado. Los grupos sacaron fuegos de artificio. Cuando llegaron Carabineros les dije a los encapuchados que se fueran porque no correspondía lo que estaban haciendo. Yo bajé y di la cara por los que estaban ahí. Después estaba tranquilo en mi asiento, llegaron cuatro civiles, me apuntaron diciéndome que estaba haciendo escándalos en el estadio“, versión que refrendó su padre.

El fiscal Patricio Aravena expresó: “En el sector de tribuna Pacífico, el imputado entregó a terceros fuegos artificiales, del tipo bengala, los que fueron activados y arrojados por terceros a distintos lugares del estadio”.

Además, en la formalización el magistrado Marcelo Bustos Vergara determinó las mismas medidas cautelares a un individuo identificado como Francisco Ulloa por idéntico delito, así como también decidió que otras cinco personas, por el delito de usurpación de nombre para ingresar al estadio, quedaran con firma mensual e imposibilidad de acercarse al Estadio “Ester Roa”.