El Gobierno griego modificó el régimen de sanciones a equipos de fútbol para evitar el descenso del tradicional club PAOK, primero en la clasificación, y de Xanthi, séptimo, por pertenecer al mismo dueño, el magnate ruso Ivan Savvidis.

La sanción, impuesta por el Comité de Deportes Profesionales, desató una revolución en el fútbol helénico, de la que no quedaron ausentes las voces del mundo de la política, incluida la de un eurodiputado conservador que fue jugador y presidente de PAOK, donde jugó el chileno Pablo Contreras.

El propio Gobierno intervino en la situación, sustituyendo los posibles descensos por sanciones que se limitan a multas económicas y/o a la deducción de puntos en la clasificación de liga.

El país no puede permitirse el lujo de ser dividido a causa del fútbol”, explicó Stelios Petsas, portavoz del Gobierno, en rueda de prensa.

En el ámbito futbolístico, también se ha generado un cruce de acusaciones entre los dos clubes de fútbol más grandes del país, con la sospecha por parte de PAOK que Olympiakos -segundo en la tabla clasificatoria- está detrás de la decisión del Comité.

En un comunicado, el club blanquinegro pidió la dimisión de Lefteris Avgenakis, viceministro de Deporte, acusándolo de “ser un enviado de Olympiakos” y de “querer ensuciar la historia del club”.

La noticia de las sanciones llega justo un día después de que PAOK alcanzara el liderato del campeonato doméstico, con una victoria por 1-0 contra Volos.

Xanthi, por su parte, se encuentra en plena pelea por disputar la Europa League la próxima temporada.