La muerte del doctor Alvaro Reyes, quien fuera traumatólogo de variados equipos del fútbol chileno y de la selección nacional, caló hondo en el balompié nacional dada la calidad humana del traumatólogo fallecido ayer lunes a los 94 años de edad.
Y fue su viuda, Graciela Muñoz, quien recordó a Reyes: “Cuando yo lo conocí, lo que hizo enamorarme de él no fue, como me decían mis compañeras, ‘el médico de los ojitos lindos', porque yo llegué a hacer la práctica como arsenalera. Lo que me llamaba la atención es que él atendía a mucha gente sin cobrarle, trabajaba hasta muy tarde y los comentarios de la gente de la clínica decían eso, que el doctor había operado un sobrino sin cobrar”, contó Muñoz en diálogo con Las Últimas Noticias.
“Me llamó la atención su generosidad, de hacer el bien, que a la persona que lo necesitará él le daba apoyo. Siempre fue una persona de pensamientos muy nobles, ayudó a mucha gente”, añadió.
Con respecto a sus últimos años, la viuda del médico contó que “a la larga su cuerpo no pudo defenderse de la enfermedad porque estaba muy frágil. Después de la pandemia ya su actividad cesó mucho. Dejó de caminar y se fue debilitando cada vez más”.
Contó además que Reyes, quien estuvo detenido en dos ocasiones durante la dictadura militar, “pudo superar lo vivido”, aunque “en las noches se movía mucho y tenía pesadillas. En el patio escuchaba un helicóptero y se sentía extraño. Había cosas que lo hacían recordar”.