En un partido de alta tensión, el José Mourinho furioso.

El incidente ocurrió cerca del minuto 75, cuando el árbitro invalidó un tanto del Fenerbahce. Mourinho, conocido por su temperamento, decidió tomar cartas en el asunto. Colocó un computador portátil frente a una cámara, mostrando la repetición que parecía confirmar que no había off-side.

El acto de José Mourinho tuvo consecuencias

Esta acción, aunque ingeniosa, le costó caro al entrenador. El árbitro, al ver su protesta, no dudó en mostrarle una tarjeta amarilla, un recordatorio de que las reglas también se aplican a los técnicos.

El Fenerbahce finalmente venció por 2-0 al Antalyaspor por la liga turca, pero la polémica dio la vuelta al mundo. Mourinho, en su intento por defender a su equipo, añadió un capítulo más a su ya extensa carrera llena de controversias y decisiones audaces.