La dirigencia del fútbol chileno decidió no desconvocar a los jugadores Ben Brereton y Francisco Sierralta con la idea de que la FIFA haga efectivo el castigo a sus respectivos elencos, Blackburn Rovers y Watford.
De acuerdo a lo informado por Al Aire Libre en Cooperativa, la idea es que el ente rector del fútbol mundial mantenga la presión sobre los equipos ingleses, tal como lo ha hecho a través de dos comunicados enviados.
Y de no concretarse su viaje, que efectivamente reciban un castigo, tal como FIFA se lo manifestó en estos documentos, donde les explicó que de no viajar a Chile, los clubes arriesgan multas, una suspensión de los jugadores por 12 días e incluso deban cumplir una cuarentena virtual de 10 días y así quedar impedidos de jugar por sus clubes pese a no trasladarse a Sudamérica.
La selección le ofreció a los clubes negociar por dos partidos, pero desde Inglaterra se mantuvieron tajantes en su negativa.