El ex entrenador de Manchester United José Mourinho ratificó este martes en el juicio el acuerdo de conformidad con la Fiscalía de Madrid, por el que fue condenado a un año de prisión – que no cumplirá- y a una multa de alrededor de 2,2 millones de euros por eludir el pago de 3,3 millones de la divisa de la Unión Europea.
Fuentes jurídicas manifestaron a la Agencia EFE que el técnico portugués reconoció los hechos ante el tribunal de la Sección 30 de la Audiencia Provincial de Madrid en un juicio que apenas duró unos minutos, al tratarse de una formalidad tras el acuerdo alcanzado entre la defensa del jugador y la Fiscalía.
Pero al contrario de lo que sucedió con el ex jugador de Real Madrid Cristiano Ronaldo, el juicio de Mourinho no trascendió a la prensa, pues ni la Fiscalía ni el Tribunal Superior de Justicia de Madrid informaron previamente de su celebración, como suele ser costumbre con los juicios que suscitan un interés publico.
Tras la vista, Mourinho aceptó ser condenado a un año de prisión, como autor de dos delitos fiscales al defraudar 3,3 millones de euros procedentes de sus derechos de imagen durante su etapa como entrenador de Real Madrid.
Y también al pago de una multa de unos 2,2 millones correspondiente al 60 por ciento de la cuota defraudada, esto es, 966.922 euros (2011) y 1.015.879 (2012). Para llegar a la cantidad total se suman otros 180.000 euros que sustituyen la pena de prisión.
No obstante, a esta multa penal habrá que descontar los 1,14 millones de euros que pagó en concepto de sanción administrativa, de forma que a Mourinho le quedan pendiente el pago de un millón.
Según el acuerdo, el técnico cometió dos delitos contra la Hacienda Pública en relación con el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en los ejercicios 2011 y 2012, cuando entrenaba al Real Madrid. La cantidad defraudada asciende a 3.304.670 euros (1.611.537 euros en 2011 y 1.693.133 euros en 2012).
Mourinho suscribió un contrato por el que cedió antes de septiembre de 2004 sus derechos de imagen a la sociedad con sede en las Islas Vírgenes Británicas Kooper Services S.A.
Y ese día rubricó un nuevo contrato de cesión de sus derechos de imagen entre Kooper y la irlandesa Multisports & Image Management Limited. Cuatro años después, la sociedad irlandesa suscribió con Polaris Sports Limited, que tenía el mismo domicilio social, un contrato de representación para que buscara y negociara contratos comerciales.
Así, el entrenador creó una estructura societaria “con el objeto de hacer físicamente opacos los beneficios procedentes de sus derechos de imagen”.