El flamante director de Blanco y Negro, José Miguel Sanhueza, analizó el momento de Colo Colo y sobre todo entregó su visión respecto al quiebre entre la dirigencia de la concesionaria y el plantel de jugadores, a la espera de que la mediación de la Dirección del Trabajo tenga buenos resultados.

“Es positivo, es de esperar que esa instancia sea fructífera porque el club ha estado todo el tiempo buscando una solución. Producto de la pandemia la idea es que estas negociaciones se realicen bajo cierto mínimos de dignidad laboral y estamos convencidos en un acuerdo”, dijo Sanhueza en diálogo con Al Aire Libre en Cooperativa.

“Hay que hacer los ajustes necesarios y si la instancia legal aporta, bienvenido sea, y si nosotros podemos aportar, también, porque creemos en un acuerdo”, añadió a la espera de la reunión que el ente gubernamental sostendrá la tarde este martes con el plantel liderado por su capitán, Esteban Paredes.

Sanhueza explicó también el respaldo que le brindó el Club Social y Deportivo a la continuidad de Aníbal Mosa.

“Nosotros junto a Edmundo (Valladares) votamos por Mosa, porque sentimos que hay que ponerle fin a la silla musical que ha marcado el devenir institucional del club y la idea es tratar de tener un papel más incidente en las decisiones”, dijo Sanhueza, quien en 2015 fue la cara visible de la campaña que tenía como objetivo sacar de la presidencia honoraria al ex dictador Augusto Pinochet.

“Hay que desmitificar un poco la relación de Colo Colo con Pinochet. Primero, hubo una inyección de recursos en los 80 a todos los clubes del fútbol chilenos luego de las pérdidas que se generaron por culpa de los interventores que la dictadura tenía en los clubes”, dijo.

“Y el Monumental se inauguró el año 75. Después para su segunda inauguración hubo un ofertón que incluía una piscina olímpica y que alguien me diga dónde está esa piscina… El nombramiento de Pinochet como presidente honorario fue ilegítimo y así lo entendió la asamblea de socios”, añadió.