La selección chilena sufrió una derrota por penales ante Ghana en el duelo por el tercer lugar de la Copa Kirin, rival que terminó con nueve jugadores tras dos expulsiones en el segundo tiempo.

La primera de ellas se produjo tras revisión en el VAR, luego de que el árbitro no viera en primera instancia una terrible patada de Alidu Seidu a Pablo Galdames, en el estómago.


En la acción se produjo una curiosa situación, ya que un miembro del cuerpo técnico de La Roja trató de explicarle al árbitro en “Spanglish” que su rival debía ser expulsado: “Red card, hermano”.


Wakaso Mubarak fue el segundo que vio la roja en los africanos, por doble tarjeta amarilla, debido a reclamar de forma vehemente al juez del encuentro y terminar aplaudiéndolo.