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Primer ministro húngaro calificó como "provocación" gesto antirracista de Irlanda

Viktor Orbá justificó las pifias antes del duelo en Budapest.

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El primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Orbán, calificó  de "provocación" que la selección irlandesa de fútbol se arrodillara contra el racismo antes del amistoso con Hungría del pasado martes en Budapest, un gesto ante el que el público local reaccionó con pifias.

"Si eres huésped en un país, debes entender su cultura y no provocar al anfitrión", enfatizó al ser preguntado sobre un incidente que el equipo irlandés calificó luego de "incomprensible" y de perjudicial para la imagen de Budapest, una de las sedes de la Eurocopa.

"Los húngaros se arrodillan en tres situaciones: ante Dios, ante la patria y cuando piden matrimonio", dijo Orbán, que insistió en que ese gesto "no se entiende en Hungría".

Orbán aseguró que no le gusta ese gesto y que no tienen lugar en un evento deportivo.

El primer ministro dijo que el gesto de arrodillarse se ha difundido en los países que tienen un pasado esclavista y que se enfrentan a esa "carga moral".

Mientras los irlandeses se arrodillaban, los jugadores húngaros se señalaron el parche de la UEFA con la palabra "Respeto" que llevan en la camiseta.

La Federación Húngara de Fútbol (MLSZ) ha adelantado que sus futbolistas no se arrodillarán antes del comienzo de los partidos como gesto contra el racismo ya que lo considera una protesta política.

Hungría jugará en la Eurocopa en el Grupo F que comparte con Alemania, Francia y Portugal.

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