El skater estadounidense Tony Hawk marcó un antes y un después en la historia de este deporte callejero, y a los 53 años sigue causando furor dado que en su último emprendimiento decidió vender 100 tablas de patinar pintadas con su propia sangre.

El estadounidense, que consiguió en 1985 realizar dos vueltas completas o 720 grados como también se lo conoce y que en 1999 se convirtió en el primer patinador en lograr dos vueltas y media, emprendió una curiosa campaña.

Junto con la marca de agua Liquid Death iniciaron un proyecto en el cual le sacan sangre que luego pasa por un proceso de higienización, se mezcla con pintura y se utiliza en las gráficas de distintas tablas de skate.

La imagen de una calavera de halcón en una mano y un hacha sangrienta en la otra es el emblema de las nuevas patinetas que sorprendieron a todos los seguidores.

En la publicación que realizó en su cuenta de Instagram se lo puede ver bebiendo el agua de la marca mientras con una jeringa le extraen sangre del brazo derecho. Luego la sangre extraída es vertida en un amplio pote de pintura roja con la que luego se pinta la patineta.

Se diseñaron solamente 100 unidades a 500 dólares cada una y vienen acompañadas de un certificado de autenticidad. La extraña iniciativa generó furor y a las pocas horas de salir al mercado, ya estaba agotada.

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