Una bochornosa situación ocurrió este jueves en el cierre de la fecha 23 de la Liga Profesional de Argentina, ya que incidentes en las afueras del Estadio “Juan Carmelo Zerillo” en La Plata provocaron la interrupción del duelo de Gimnasia y Esgrima ante Boca Juniors.

Mientras se jugaban los primeros minutos, hubo enfrentamientos entre barristas de “lobo” y la policía, que utilizó balines de goma y gases lacrimógenos para frenarlos.


Sin embargo, se formó una nube de gas lacrimógeno que llegó hasta la cancha del recinto, afectando a hinchas en las tribunas, y a jugadores y los técnicos de ambos equipos, Néstor “Pipo” Gorosito y Hugo Ibarra, cuando apenas llevaban 10 minutos de partido.


Los hinchas en las tribunas también se vieron muy afectados por los gases lacrimógenos y una imagen se viralizó, con el capitán de Boca, Marcos Rojo, lanzando botellas con agua mineral para ayudar a las personas en las gradas.


Minutos después, el gas lacrimógeno se disipó de la cancha, por lo que permitieron el ingreso de la gente al césped para que se alejaran de las tribunas y pudieran respirar mejor.

 


Finalmente, el duelo fue suspendido, debido a que no se cumplían las garantías mínimas de seguridad, tanto para la gente como para los protagonistas del juego