06/02/2006

Una nutrida delegación chilena apuesta a futuro en Turín 2006

Cinco hombres y cuatro mujeres representarán a Chile en los Juegos Olímpicos de invierno, incluyendo casi al 90 por ciento de la selección nacional de esquí. La delegación se completa con dos técnicos, un ayudante, un kinesiólogo y un médico.

Llévatelo:

Con un marcado énfasis en la juventud y poca experiencia de sus integrantes, el equipo chileno presente en los Juegos Olímpicos de Turín 2006 se apronta a ganar experiencia y quemar etapas de cara a sus próximos desafíos.

De izquierda a derecha: Jorge Mandrú, Macarena Benvenuto, Noelle Barahona y Duncan Grob. (Foto: Max Montecinos/Chiledeportes)

Finalmente viajarán nueve corredores, casi el 90 por ciento de la seleccion nacional de esquí, lo que fue evaluado positivamente por el técnico jefe, Paulo Oppleger.

Las últimas clasificaciones de Verónica Isbej y Marco Zúñiga, que competirán en biatlón, confirmaron a la delegación nacional como la más numerosa en un certamen de este tipo.

Anita Irarrázabal, abanderada en Salt Lake 2002, también había clasificado, pero sufrió un fractura de tibia y peroné de la pierna derecha entrenando en Estados Unidos y debió marginarse de la competición.

La vestimenta del equipo nacional en su aventura europea fue presentada en enero. (Foto: Max Montecinos/Chiledeportes)

Los especialistas nacionales irán a tratar de enmendar el pobre historial que Chile posee en el torneo. El 11° lugar de Thomas Grob en Nagano 1998 sigue siendo el máximo referente local en estas competiciones.

El mismo Grob, en quien estaban puestas todas las expectativas en 2002, se lesionó la semana previa a los Juegos de Salt Lake City y el equipo chileno cumplió una magra actuación.

En aquella oportunidad también asistieron la citada Irarázabal, Maui y Mikael Gayme y los biatletas Claudia Barrenechea y Carlos Varas, además del hermano de Grob, Duncan.