El atleta griego Kostas Kenteris, campeón olímpico de 200 metros, abandonó este martes el Hospital KAT de Atenas, donde estaba ingresado junto con la atleta Ekaterini Thanou desde el viernes pasado tras sufrir un accidente de moto, y se declaró "víctima de una gran injusticia".

 

"Quiero decir a mis seguidores que nunca hice uso de sustancias prohibidas. Agradezco que estén a mi lado, y no olviden que después de la crucifixión llegó la resurrección", manifestó Kenteris desde el automóvil en el que abandonó el centro médico.

 

Kenteris y Thanou, plata en Sidney 2000 en 100 metros, fueron apartados del equipo griego a la espera que el Comité Olímpico Internacional adopte una decisión sobre su caso, tras no presentarse a un control de dopaje el jueves 12 de agosto.

 

Horas después de su ausencia cuando un oficial del COI se presentó en la Villa Olímpica para realizar el control sorpresa, los velocistas helénicos protagonizaron un accidente de moto en el cual sufrieron contusiones en brazos y piernas, quedando internados en el Hospital KAT de Atenas.

 

Tras abandonar el recinto asistencial, el campeón olímpico, mundial y europeo de 200 metros agradeció las muestras de apoyo que ha recibido, y criticó a quienes lo acusan de haber utilizado sustancias prohibidas.

 

"Todas las personas que me crucifican ahora son las mismas que estaban a mi lado cada vez que conseguía un gran éxito, pero no olviden que después de la crucifixión llegó la resurrección", aseveró.

 

Después de remitir a los periodistas a una rueda de prensa posterior, Kostas Kenteris llamó al público helénico "a que llene los estadios y apoye a todos los deportistas griegos".

 

En tanto, Ekaterini Thanou abandonó el hospital poco después que lo hiciera su compañero de entrenamientos, y afirmó que estos días le sirvieron para "comprobar el amor de los griegos".

 

"Estaré a la espera de la decisión del COI y continuaré compitiendo por mí y por los griegos que me quieren", señaló la velocista.

 

Kenteris y Thanou están citados este miércoles, ante la comisión disciplinaria del COI, que investiga las causas por las que no estuvieron localizables entre el 30 de julio, fecha en que se abrió la Villa Olímpica, y el 12 de agosto, día en que fueron buscados para pasar un control de dopaje por sorpresa.

 

La audiencia fue retrasada dos veces. El sábado 14 de agosto se aplazó por 48 horas ante la recomendación de los médicos, y el lunes volvió a retrasarse otros dos días por la misma causa.

 

La comisión disciplinaria del COI, presidida por el alemán Thomas Bach, y formada además por el suizo Denis Oswald y el ucraniano Sergey Bubka, elevará un informe sobre el caso a la comisión ejecutiva, que tendrá la última palabra. (EFE)