La selección de Holanda consiguió este viernes su segundo oro en unos Juegos Olímpicos tras vencer en la final a China (0-2), el equipo anfitrión fabricado a la medida de las medallas de Beijing, que no pudo superar a la selección más potente en estos momentos del universo del hockey pasto femenino.

A 24 años de la victoria en Los Ángeles 1984, el equipo europeo volvió al cajón más alto de un podio que ya ocupó en Atenas 2004 para colgarse la plata y en Sidney 2000, Atlanta 1996 y Seúl 1988 para recibir el bronce.

La locura de los aficionados locales con los primeros amagos de Tang Chunling no empujó lo suficiente a China para sorprender a Holanda, en una final en la que Maartje Paumen, la goleadora de los Juegos, se desesperó por primera vez al verse incapaz de transformar un penal córner que intentó tres veces.

China se defendió bien y aguantó el empate a cero hasta el descanso para volver al campo con mucha fuerza y enloquecer al público con una contra con cuatro atacantes para dos defensas que no acertó a rematar y cuando Zhao Yudiao dejó una bola a Tang Chunling que se pasó de alta.

Pese a su esmero por destruir cualquier acción de ataque de Holanda, China no pudo evitar que las campeonas del mundo ganaran un penalti córner que Naomi van As no desperdició para adelantar a su equipo en el minuto 51.

Las anfitrionas arrancaron un penal córner, pero la defensa de Holanda cortó el primer tiro y Ma Yibo no pudo acertar en el segundo.

China tuvo ocasión de empatar, pero Minke Booij cortó bien la llegada de Gao Lihua y Cheng Hui, que dio paso a la jugada determinante del partido cuando Maartje Goderie marcó el segundo con un revés directo a puerta que tiene el valor de un oro.