¿Estuvo un año marginado por una rotura de tendón de Aquiles? Claudio Bravo jugó este domingo como en los mejores momentos de su carrera y despejó todas las dudas sobre su calidad, tras una dura lesión que puso en duda su futuro. Y es que el arquero chileno fue un actor determinante en el nuevo título de Manchester City, que revalidó la Community Shield en Inglaterra al vencer por 5-4 en definición de penales a Liverpool, tras igualar 1-1 en los 90 minutos.

El oriundo de Viluco volvió a sonreír. El meta chileno fue titular y jugó a gran nivel con los celestes al atajar el penal del triunfo contra el Liverpool tras un enuentro en el Estadio Wembley marcado por la intensidad.

La apertura de la cuenta de los “ciudadanos” llegó en los 12 minutos, cuando Raheem Sterling aprovechó un centro desde el sector izquierdo y con lo justo batió al brasileño Alisson. Sin embargo, no solo eran alegrias para los skyblues en los compases iniciales, ya que un minuto después Leroy Sané salió por lesión.

En la segunda mitad, el vertical le negó el segundo a Sterling, y luego Bravo estuvo extraordinario para anticiparse a Roberto Firmino cuando era el último hombre en el (50′). 

Sin embargo, los avisos constantes de los “Reds” finalmente encontraron respuesta en los 77′, cuando Joel Matip se impuso con un cabezazo desde la entrada del área menor que limitó las opciones del cancerbero nacional.

En los minutos finales, Salah tuvo una chance inmejorable para sentenciar el triunfo cuando había dejado a Bravo atrás con un globo, pero Kyle Walker estuvo todavía mejor para sacar el balón desde la línea con una contorsión.

Y llegados los penales, Bravo demostró porqué son su especialidad. El dos veces campeón de la Copa América desde los doce pasos le atajo el tiro a Georginio Wijnaldum, quien fue el único sin rendir para los “Reds”, por lo que desató la euforia de sus compañeros y el cuadro celeste alzó la Supercopa inglesa.

Se trata de la sexta corona del City en el certamen, tras las glorias de 1937, 1968, 1972, 2012 y 2018.