Durante este viernes la Fiscalía neerlandesa pidió dos años de prisión para Quincy Promes, futbolista de Spartak de Moscú, quien fue acusado de “asalto grave” tras apuñalar a su primo en una rodilla durante una fiesta familiar en julio de 2020, cuando el extremo militaba para Ajax de Ámsterdam.
El deportista de 31 años agredió con un cuchillo a su pariente, alcanzando un tendón y dejándolo con “lesiones graves”. Tanto fue el daño que el afectado tuvo problemas para caminar y todavía no puede correr o ponerse en cuclillas, sufriendo trastorno de estrés postraumático.
Según los antecedentes que recabó la Fiscalia, el incidente pudo deberse a un “robo de joyas” que el exSevilla atribuyó a su primo. A ello, se le suma una conversación en la que el futbolista afirmó a su padre que el afectado: “tiene suerte de que ya no lleve un arma de fuego, porque si no esta historia hubiera terminado aún peor”.
Promes no asistió al juicio en el tribunal de Ámsterdam este viernes por obligaciones contractuales con el club ruso, aunque se debe a que teme ser arrestado en Países Bajos por otro caso en el que aparentemente estaría involucrado.
Ajax vendió al extremo dos meses después del altercado por una suma de 8.5 millones de euros al conjunto de Moscú, casi la mitad de los 15.7 que pagó a Sevilla por su transferencia.