En los 99 años de historia de San Luis de Quillota, sólo dos personas eran las privilegiadas en tener un abono vitalicio. Uno de ellos, es José "Pepe" Silva, ex jugador canario de los años 50 y 60, y quien luego trabajó ininterrumpidamente en el club hasta el año 2015.

El otro, un hincha histórico, don José Alarcón, de 84 años, quien sorprendió el 2017 cuando en su bicicleta, con dificultades propias de la edad, llegó a abonarse por última vez. Es así, el club dedició recompensarlo con un abono vitalicio por su lealtad infinita. Lamentablemente, en un trágico accidente don José falleció a finales del 2018, dejando un vacío en la hinchada.

Sin embargo, el legado de Don Juan sigue. Esta tarde, la directiva de San Luis se trasladó hasta la mítica Calle Pinto para sorprender a otro histórico hincha. Se trata de José Raúl Solís, quien este 2019 cumple 90 años, de los cuáles prácticamente toda su vida ha estado al lado del club de sus amores. El mismo fanático recibió al Director Ejecutivo del equipo, Fernando Martinuzzi, quien le entregó una credencial de abono vitalicia, la que le permitirá asistir por el resto su vida al estadio de manera gratuita.

Don José pertenece a una familia numerosa donde todos son "canarios", legado que siguieron desde su padre. Actualmente, a sus 89 años, don José sigue yendo al estadio, el que queda a dos cuadras de su hogar. Lo acompaña su hermana Ana Guacolda, también abonada.

A pesar de que San Luis de Quillota le ofreció poder utilizar este abono en cualquier parte del estadio, ambos niegan el cambiarse de la histórica Tribuna Pinto. Explicaron que allí está su vida, pasión, donde soportan el inclemente sol en verano y el frío en invierno.