Publicidad

Atleta bielorrusa llegó a Varsovia bajo asilo humanitario

Krystsina Tsimanouskaya aterrizó en Polonia.

Publicidad

La atleta bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya aterrizó en Varsovia, tras concederle Polonia asilo humanitario por las amenazas recibidas de Bielorrusia mientras competía en los Juegos Olímpicos de Tokio, informó la televisión pública polaca, TVP.

Tsimanouskaya viajó a Varsovia en un vuelo regular de la aerolínea polaca LOT procedente de Viena, donde había hecho escala durante unas horas tras dejar Japón.

Se espera que en Varsovia se reúna con su esposo Arseny Zdanevich, al que Polonia asimismo ha brindado asilo.

El viceministro de Exteriores polaco, Marcin Przydacz, informó a través de su cuenta en twitter de que la atleta había llegado "sana y salva", al tiempo que le ratificaba la solidaridad de Polonia.

La atleta, de 24 años, había partido por la mañana de Tokio. Inicialmente se creyó que volaría directamente a Varsovia, pero las autoridades polacas cambiaron el itinerario por razones de seguridad.

Tsimanouskaya, de 24 horas, quedó en Austria bajo protección policial, mientras por parte del gobierno del país alpino se insistía en que su seguridad era cuestión de máxima prioridad.

El viceministro de Exteriores Przydacz había explicado anteriormente, también a través de Twitter, que la corredora estaba "bajo el cuidado del servicio diplomático polaco" y que "por razones de seguridad, no se difundirían detalles de su recorrido".

Desde Varsovia, el exilio bielorruso confirmó asimismo la próxima llegada del esposo de la atleta, procedente de Ucrania y al que Polonia ha concedido también asilo humanitario.

La cautela que ha envuelto su viaje responde a la preocupación por la seguridad de la atleta. Se ha recordado al respecto el desvío y aterrizaje forzado en Minsk, en junio pasado, de un avión de Ryanair para detener al periodista opositor Román Protasevich.

Tsimanouskaya se refugió en la embajada de Polonia en Japón tras negarse a ser repatriada por su gobierno cuando participaba en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Polonia fue el primer país en ofrecerse a recibir a la atleta, mientras que el Comité Olímpico Internacional (COI) ha abierto una investigación sobre el caso.

La corredora expresó desde Tokio su apoyo a las protestas contra Lukashenko. Temía sufrir represalias al regresar a Bielorrusia, según explicó en vídeos y mensajes difundidos por las redes sociales.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha imputado a Bielorussia un "intento criminal de secuestro" de la velocista, que iba a participar en la carrera de 200 metros del pasado lunes.

Tokio 2020

Publicidad

Estamos hablando de

Publicidad

Hoy en portada

Publicidad