La selección argentina superó un duro escollo amistoso ante Panamá y venció 2-0 en el Estadio Monumental de Buenos Aires para festejar su título como campeón del mundo.

El partido tuvo como preludio una emotiva entrada a la cancha de los equipos, animada con fuegos de artificio y el sonoro grito de "Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar", canto insignia del título en Qatar, por parte de la hinchada trasandina, que colmó el coliseo.

A ello se sumó la interpretación de los himnos, que emocionó notablemente a todo el plantel local y sacó lágrimas el algunos futbolistas, como el arquero Emiliano "Dibu" Martínez.

Ya iniciado el fútbol, se terminó la fiesta, pues el cuadro centroamericano se plantó en serio para enfrentar el encuentro, replegándose para evitar los ataques de la "Scaloneta" y entrando sin dudar en busca del balón.

Aquel ritmo ofuscó un tanto a los locales, que buscaban festejar su copa con un partido que hiciera honor al apelativo de amistoso. Con el paso de los minutos y un par de infracciones fuertes sobre Lionel Messi, los dueños de casa se fueron al ataque.

Sin embargo, se marcó la clara tónica del partido: Panamá metido con todos sus jugadores atrás, cortando y/o reventando cualquier balón en inmediaciones del área. Además, Argentina no lograba hilar el último toque en los metros finales, precisamente por lo poblado de la zaga rival.

Otro factor importante fue el arquero José Guerra, quien atajó tres tiros libres de la "Pulga", junto a un intento rasante de Ángel Di María y varios achiques para cortar los pases profundos. El guardameta "canalero" era la figura, hasta que cayó su muro en la recta final.

Messi, como ya había hecho dos veces antes en el duelo, acertó un tiro libre al poste (prácticamente en el ángulo). Thiago Almada (77'), que ingresó en el entretiempo, luchó el rebote y, no exento de complicaciones, logró abrir la cuenta y destrabar el complejo duelo.

Los argentinos no se contentaron con un solo gol, pues buscaron aumentar la distancia y respirar con mayor alegría en una jornada que casi termina en frustación deportiva —pero que no iba a empañar el carnaval posterior—. Su "10" lo logró.

Finalmente, luego de varios intentos, Messi anotó desde balón detenido en un verdadero golazo a los 88'. La algarabía estalló y el rosarino gritó su 99° anotación en selecciones y la diana 800 de su carrera profesional.

Ya acabado el encuentro los jugadores se saludaron afectuosamente, con "Lio" como el más buscado con diferencia. Así, se dio paso a una gran ceremonia, con homenajes a los monarcas del planeta fútbol: Cada uno recibió una réplica del trofeo de la FIFA.

Las celebraciones del equipo de Lionel Scaloni continuarán con un nuevo amistoso, el martes 28 de marzo ante Curazao en Santiago del Estero.