Unicaja, anfitrión y teórico favorito, cayó víctima de su pésima noche desde el triple (7/34) en semifinales de la Liga de Campeones FIBA ante el gran Telekom Baskets Bonn alemán, que decidió desde su defensa y los 21 puntos del base TJ Shorts, aunque Kendrick Perry pudo haber cambiado el partido si hubiese acertado el triple final que erró (67-69).

Se vio un duelo durísimo que pasó la igualdad de los primeros cinco minutos, con dos rivales tanteándose como estampa digna de púgiles en un primer asalto, al torbellino, a los dos crochés que Unicaja propinó a Bonn, sendos triples de Dylan Osetkowski y Darío Brizuela (20-11).

Pero el conjunto alemán, que tiene una voracidad similar a la de Unicaja, es también un equipo de fogonazos y con canastas de Javontae Hawkins, TJ Shorts y Finn Delany igualó el encuentro en un primer cuarto digno de dos equipazos en plena forma.

Uno de los momentos de pequeña crisis de Unicaja llegó a falta de tres minutos del descanso, con un triple del chileno Sebastian Herrera para despegar al Bonn (29-38) y meter presión a los locales en el tramo de mayor incomodidad.

Lo intentó hasta el final Unicaja, situado a dos puntos (67-69) a falta de 18 segundos y con última posesión de diez segundos para ganar el partido, pero la crueldad inundó el Carpena con el intento forzado desde el triple de Perry que escupió el aro y dejó en nada las esperanzas malagueñas de jugar una final europea cinco años después.