Luego de ser figura en la selección juvenil que ganó el subcampeonato en el Mundial de hockey de 2002, y tras participar en el Mundial adulto celebrado en 2003 en Portugal, el hockista Diego Jiménez fue contratado para jugar en la liga italiana, y a partir del 1 de febrero próximo formará parte de Modenplast Módena, cuadro de la primera división.

 

En conversación con Al Aire Libre en Cooperativa el jugador confesó que se trata de "un gran paso. Uno de mis sueños jugar en Europa y se me dio, y ahora depende de mí terminar ese sueño. Depende de cómo juegue, y ojalá pueda emigrar a un club más importante de Europa", confesó el joven de 17 años.

 

Jiménez espera afianzarse lo antes posible en su nuevo club, cuadro que milita en la última posición de la tabla de posiciones de la Liga italiana con 0 puntos en 13 jornadas. Pese a esto, el destacado jugador formado en el club nacional Estudiantil San Miguel rebosa optimismo.

 

"Voy a llegar a una de las tres mejores ligas del mundo y con un marco de 20 equipos, con 50 partidos durante el año. Es una gran competencia y haré el mayor esfuerzo posible para adaptarme al estilo de vida y al modo de campeonato que se lleva, para que me sea beneficioso", dijo con confianza Jiménez.

 

En Módena, el goleador chileno se encontrará con dos compañeros de la selección chilena quienes, a su juicio, están dándole un nuevo impulso a la actividad.

 

"Son jugadores jóvenes, Pablo (Jara) tiene 17; yo, 17 y Juan Pablo (Díaz) tiene 21, y somos parte de la nueva generación que está haciendo resurgir el hockey chileno", afirmó.

 

De hecho, estos jugadores fueron pieza clave en la consecución del subcampeonato obtenido por Chile en el Mundial disputado en Viña del Mar en 2002, donde Jiménez fue goleador del cuadro nacional adiestrado por Osvaldo Rodríguez.

 

El seleccionador nacional fue quien abrió la ruta de representantes chilenos en el hockey italiano cuando, en 1985 defendió al club Novara.

 

Diego Jiménez aseguró que mucho de lo realizado se lo debe a su entorno más cercano y especialmente a su familia "porque ellos fueron los que en el fondo me hostigaron para ir a entrenar y me apoyaron durante los 12 años que llevo jugando hockey", y destacó la posibilidad de que más jugadores nacionales puedan llegar al campeonato de la península.

 

"Estoy feliz, y trataré de hacer las cosas bien para dejar bien puesto el nombre de Estudiantes de San Miguel y para que puedan emigrar más jugadores al extranjero", sostuvo el delantero.

 

Finalmente, Jiménez no tuvo reparos y fue duro en comparar a los jugadores de hockey con los futbolistas.

 

"Acá son pocas las oportunidades para emigrar, entonces se aprovechan. Uno no se deja guiar por la farándula o la noche, como es el caso de los futbolistas, que ganan un campeonato de tercera calidad y se creen ídolos. Los hockistas se cuidan silenciosamente para lograr algo", finalizó una de las mayores esperanzas del hockey chileno.