El club “ruletero” posee larga tradición en la historia futbolística chilena. Fue fundado el 24 de junio de 1909 en el Cerro Alegre de Valparaíso como Everton Football Club por inmigrantes ingleses que por esos años le daban vida al principal puerto.

El nombre de la institución proviene del envoltorio de unos tradicionales caramelos toffies británicos.

Luego de varios años en las ligas amateur de Valparaíso, el club se trasladó a Viña del Mar en 1943, y los efectos fueron casi inmediatos. En 1950 logró su primer título profesional y quebró el monopolio que en 20 años de fútbol profesional tenían los equipos de Santiago.

En 1952, guiados por René Meléndez consiguieron su segunda estrella y se instalaron como uno de los equipos grandes. Sin embargo, después de eso, la década de los '60 fue oscura, sin muchos logros.

La gloria oro y cielo retornó en 1976. Luego de bajar en 1972 por primera vez a segunda división, alcanzó el ascenso con el campeonato de 1974. Sólo dos años después, obtuvo su tercer y último título de la División de Honor.

Los ‘80 y los '90 marcaron un nuevo declive del equipo. Se transformó en un equipo de constantes ascensos y descensos, siendo el último el año 2000.

En 1999 remató en tercer lugar de la segunda división, lo que le valió jugar la ya desaparecida liguilla de promoción, en la cual venció a Deportes Iquique para lograr el ansiado objetivo de subir a Primera.

Al año siguiente, luego de terminar en el penúltimo lugar retornaron a Primera B. Tras dos años de frustraciones, el equipo ahora adiestrado por Jorge Socías, vuelve, con un notable rendimiento, a Primera División.