“Será la última competencia de mi carrera”, declaró Raducan al diario Ziua de su país, después de volver al centro de gimnasia de Deva (oeste de Rumania), tras no lograr clasificarse en la final de los Mundiales de gimnasia artística por aparatos celebrados en Debrecen (Hungría), competición ganada, sin embargo, por el equipo nacional rumano.

“Tengo la convicción que he ganado en mi trayectoria todo lo que hubiera podido ganar”, dijo la gimnasta, que explicó su fracaso en Debrecen por “falta de concentración en el momento determinante”.

Raducan expresó su intención de retirarse del mundo de la gimnasia y de continuar los cursos de Educación Física y Deportes en la Facultad de Vest de Timisoara (oeste).

La campeona mundial atravesó este año un período de depresión, cuando se encerró en su habitación, engordó varios kilos y se negó a entrenar, y sólo la intervención del presidente del Comité Olímpico Rumano, Ion Tiriac, la animó para volver a las competiciones.

Raducan, quien debió entregar las medallas conseguidas en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, en individual y por equipos, al arrojar dopaje positivo por pseudoefedrina, se presentará en Stuttgart en las pruebas de barra y suelo. (EFE)