Los pequineses ya saben qué deben y no deben hacer durante los Juegos Olímpicos de 2008 gracias a los "10 mandamientos" que el municipio redactó y colgó en cada esquina de la ciudad.
Cada uno de las directrices implica un deber y una prohibición y vienen a recoger los consejos que con tanta insistencia ha venido desarrollando Pekín en los últimos años.
Así las cosas, la primera norma llama a los ciudadanos a proteger la propiedad intelectual de la mercadotecnia del evento y recuerda que está prohibido comprar y vender productos piratas.
La segunda exige la protección de símbolos olímpicos y explica que no se debe abusar del uso de elementos como la bandera, el himno o los membretes de los Juegos.
El tercer mandamiento exige la memorización de las reglas de tránsito y prohíbe expresamente cruzar semáforos en rojo, mientras que el cuarto impone que se guarden las filas y prohíbe las aglomeraciones.
El quinto recuerda la obligación de cuidar el medio ambiente y la prohibición expresa de escupir en la vía pública; y el sexto se refiere al cuidado de los monumentos históricos y prohíbe que se dañen, en referencia a la costumbre que llegó a sumarse entre los turistas de grabar sus nombres en la piedra de la Gran Muralla.
El séptimo mandamiento pide que se cuiden las instalaciones olímpicas y prohíbe los alborotos en su interior, mientras que el octavo insta a los ciudadanos a colaborar en la manutención del orden en los estadios y les recuerda que no se pueden lanzar botellas ni llevar sus propias bebidas.
El noveno exige a los ciudadanos que sean espectadores civilizados y les prohíbe prácticas como la reventa y las apuestas; y el décimo y último solicita a los pequineses un mayor conocimiento de la legislación y les recuerda el deber de no alterar el orden público con su actitud.
Pekín lleva ya más de dos años lanzando todo tipo de campañas en un intento de erradicar algunas costumbres ancestrales de su ciudadanía, que no son bien vistas por muchos occidentales, con el objetivo de lograr ofrecer la mejor imagen de su ciudad durante los
Juegos de 2008. (EFE)