Tras la pelea entre las llamadas barras bravas de ambos equipos, que se desató el domingo, a unos 100 kilómetros al norte de Buenos Aires, fueron detenidas unas 900 personas y se incautaron revólveres, armas blancas y bebidas alcohólicas.
“Identificamos a todos y hemos tomado varios cientos de declaraciones testimoniales, pero hasta ahora nadie está imputado de ningún delito y por consiguiente no hay detenidos”, explicó este lunes el fiscal Marcelo Pernici, a cargo de la investigación.
La refriega se produjo cuando ambas hinchadas, que viajaban en 14 autobuses, se cruzaron en el puesto de peaje de una carretera en cercanías de la ciudad de Zárate, en la provincia de Buenos Aires.
El fiscal Pernici se quejó de “la falta de colaboración de las personas que estuvieron en el lugar de los hechos, que se limitaron a relatar que hubo un enfrentamiento pero sin dar mayores detalles”.
“Aunque hay un muerto por heridas de arma blanca y otro por golpes en la cabeza, nadie pudo identificar a los agresores”, señaló.
Uno de los muertos era Claudio Pucheta, de 29 años e hincha de Newell's, mientras que segunda víctima fue finalmente individualizada por sus familiares. Se trata de Carlos Ponce, cuya edad no se inform[o, quien según el informe policial presentaba en su cuerpo once puñaladas.
Los simpatizantes del Newell's, club que tiene su sede en la ciudad de Rosario, se dirigían en seis autobuses a Buenos Aires para ver el partido que su equipo perdió 2-0 ante Boca Juniors, uno de los más destacados de la décima jornada del torneo Clausura argentino.
En tanto, los del River se trasladaban en ocho autocares hacia Rosario para otro encuentro del torneo de la primera división en el que el conjunto dirigido por el chileno Manuel Pellegrini derrotó 2-0 a Rosario Central.
El fiscal Pernici comentó que “por el momento no hay ningún lesionado de carácter grave”, pese a que un hombre permanece internado con un balazo en la cabeza.
Desde 1939 la violencia dentro y fuera de los estadios argentinos, por enfrentamientos entre hinchadas rivales o por excesos en la represión policial, causó 171 muertos y sólo el año pasado perdieron la vida siete personas. (EFE)