El boxeo se cobró en la noche del jueves una nueva víctima con la muerte del estadounidense Leavander Johnson, quien no pudo superar los daños cerebrales sufridos el pasado 17 de septiembre cuando se enfrentó a Jesús Chávez, en una pelea por el título mundial del peso ligero, versión Federación Internacional de Boxeo (FIB).
Johnson, de 35 años, murió en el Centro Médico Universitario de Las Vegas, donde fue hospitalizado desde que resultó lesionado y donde ingresó en estado crítico sin que al final pudiera recuperarse.
El púgil norteamericano, quien se enfrentó a Chávez en una pelea disputada a 12 asaltos en el MGM Grand fue situado en un coma inducido médicamente después de ser sometido a una intervención en el cerebro unos minutos después de su combate con Chávez.
Los médicos que le operaron dijeron desde el principio que no estaban seguros si podría superar las primeras 12 horas posteriores a la intervención.
Pero al día siguiente mostraron un optimismo cauto después que algunas pruebas mostraran una mejoría en la función cerebral del paciente, sin que al final fuesen suficientes para superar la crisis.
Johnson defendía su campeonato de la FIB que le arrebató en junio a Chávez, pero recibió un fuerte castigo por parte del boxeador de origen mexicano, especialmente en el undécimo asalto cuando el árbitro tuvo que parar la pelea ante la superioridad de su rival y la dureza de los golpes que estaba recibiendo.
El boxeador estadounidense salió caminando del cuadrilátero sin ningún tipo de ayuda, pero cuando se dirigía al vestuario comenzó a exhibir señales de una lesión cerebral.
Johnson fue llevado urgentemente al hospital, donde el neurocirujano William Smith lo operó para tratar de liberar la presión provocada por un hematoma subdural, una hemorragia en el cerebro, que fue lo que al final le causó la muerte.
El fallecimiento de Johnson es el segundo en menos de dos meses después de que el boxeador mexicano Martín Sánchez murió también de lesiones cerebrales el pasado 2 de julio.
Sánchez, quien falleció como consecuencia del k.o. que sufrió ante el ruso Rustam Nugaev en un combate de peso súper ligero en Las Vegas, se convirtió en la quinta muerte de un boxeador por los efectos destructivos de los golpes recibidos en un combate celebrado en la ciudad de los casinos desde 1994. (EFE)