El portero brasileño de AS Roma Julio Sergio se convirtió en el triste protagonista de la cuarta jornada de la liga italiana debido a su grave lesión en el tobillo y a sus lágrimas de dolor durante los minutos en los que tuvo que permanecer en el campo, ya que se habían agotado todos los cambios.
Toda la prensa italiana recoge la fotografía del guardameta brasileño llorando de dolor e impotencia, apoyado en los postes de la portería, mientras se jugaban los últimos minutos de un encuentro en el que el equipo de David Pizarro perdió por 2-1 contra Brescia.
El técnico romanista Claudio Ranieri había efectuado todos los cambios y, además, el equipo se había quedado con 10 jugadores tras la expulsión del francés Philippe Mexes.
Por ello, Julio Sergio se vio obligado a permanecer en su puesto durante más de cinco minutos, a pesar de una grave torcedura en el tobillo derecho que le producía un “dolor insoportable”.