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La columna de Rodrigo Goldberg: Reingeniería

El comentarista de Al Aire Libre analizó los desafíos de la U para 2019 y sus proyecciones.

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Fue un día distinto en el CDA. Muchas caras nuevas y otras tantas ausentes, conforman un escenario diferente a otros años en Universidad de Chile. Poco habitual me atrevería a señalar, considerando que los clubes grandes son más apegados a los procesos que a los borrones para partir de cero.

Inevitablemente la palabra "reingeniería" asoma como el mejor titular para una crónica así y creo encontrar una que otra explicación.

La primera responde a una necesidad deportiva. Si bien la U peleó el título hasta casi el final, era un hecho evidente que ni cuerpo técnico ni los hinchas estaban satisfechos con la muestra en cancha. Me atrevo a asegurar que el título obtenido por Angel Hoyos tampoco logró tapar del todo el descontento respecto al funcionamiento que quedó en evidencia en la Copa Libertadores.

En definitiva los azules hace largo rato buscan un rendimiento superlativo y los intentos han sido múltiples. Algunos con altísimo presupuesto (Sebastian Beccacece) y otros juntando monedas como el mencionado Hoyos.

Otra razón corresponde a ordenar financieramente el club en donde su principal accionista ha invertido (y perdido) sin obtener los logros esperados. Más importante aún, sin hacer historia.

Por eso creo que la paciencia que han tenido con Frank Kudelka obedece a pensar en un programa de trabajo de mediano plazo, con desafíos importantes, pero que reposicione a la U como un equipo altamente competitivo. La pregunta no es si peleará el título este año o si avanza en la Liberadores. La interrogante está en saber si logra conformar un equipo confiable. Por esta razón no me llama la atención la gran cantidad de nombres.

Es cierto que no ha llegado ningún nombre rimbombante, precisamente para distribuir esa inversión en todas las necesidades del técnico argentino. En 7 jugadores han invertido cerca de 3 millones de dólares, siendo que sólo por Jean Beausejour le pagaron a Colo Colo 2,5 millones de la moneda estadounidense. Los tiempos son otros y las lecturas también.

La U apostó a la gestión, lo que me parece extraordinario, sobretodo de la mano de alguien que sabe como Sabino Aguad. Kudelka tiene hoy la chance de capitalizar esta reingeniería que realiza la U y otorgarle el sello de la agresividad, velocidad e intensidad que ha extraviado en los últimos años. Y lo puede hacer con nombres de menor presupuesto, pero moldeable a lo que quiere.

¿Saben lo que extraño? Si proyectan un equipo titular de la U, no hay un solo jugador formado en las inferiores de los últimos años. Johnny Herrera se formó a mediados de los '90, Angelo Henríquez hace más de 10 años y quizás sea Yerko Leiva el encargado de sumar minutos sub 20.

Ignoro si parte del plan incluye a las divisiones inferiores, pero en un club que tiene de las más altas captaciones a nivel nacional es inentendible que no proyecte al menos 3 ó 4 jugadores por temporada. Si el plan es la reinventarse esa pata de la mesa al parecer está quedando afuera.

Se acabó la época de vacas gordas, llego la hora de pensar, gestionar y, antes que rendir, formar equipos confiables. El futuro de la U no está sólo en la inversión, está también en la humildad de la autocrítica y la gestión silenciosa. Kudelka tiene la palabra.

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