El español Pablo Longoria afirmó este viernes que decidió seguir como presidente de Olympique de Marsella y anunció que ha presentado una denuncia por las amenazadas recibidas estos días.

En una conferencia de prensa celebrada en la ciudad deportiva del club, La Commanderie, el emocionado Longoria aseguró que "el apoyo incondicional" del propietario, el inversor estadounidense Frank McCourt, fue esencial para su permanencia, así como el respaldo de jugadores, funcionarios, hinchas y políticos de la ciudad.

Longoria destacó que, como presidente, asistirá el próximo domingo al partido en la cumbre contra Paris Saint-Germain y estará en el palco del club parisino.

No obstante, reveló que pidió a sus abogados que presenten una denuncia por las amenazas recibidas, sin detallar de qué naturaleza o quién las profesó. Longoria aludía, sin decirlo explícitamente, a la reunión que tuvo el lunes con representantes de los hinchas del OM.

"No quiero alimentar un conflicto, pero no quiero lidiar con situaciones de ese tipo en el futuro", refirió el dirigente, quien repitió dos veces que lo pasado esta semana es "inadmisible".

El portavoz del grupo del poderoso grupo de hinchas South Winners, Rachid Zeroual, acusó a Longoria de favorecer a antiguos amigos, aludiendo al fichaje del entrenador español Marcelino García Toral, y de relegar a jóvenes de la cantera en beneficio de jugadores de fuera, entre otros reproches.

Precisamente, Marcelino, tras solo siete partidos, anunció esta semana su dimisión por el irrespirable ambiente y ya fue sustituido el jueves por Jacques Abardonado, quien logró un meritorio empate en Amsterdam frente a Ajax (3-3) en Liga Europa.

Se desconoce, de momento, la suerte de otros directivos, la mayoría españoles, que trajo Longoria, entre ellos el director de fútbol, Javier Ribalta, y el director general, Pedro Iriondo.

"Tenemos que ser capaces de trabajar en un club de fútbol normal. Desde 2021, hemos hecho muchas cosas para intentar mejorar las cosas en el club. Sé que no todo es perfecto", recalcó Longoria a los periodistas.