El gobierno del estado germano de Baviera está buscando una fórmula que le permita llegar a un compromiso con la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) para poder vender la célebre cerveza de la región durante el Mundial Alemania 2006, pese al contrato exclusivo que tiene la firma estadounidense Anheuser-Bush.
Según ese contrato, en los estadios del Mundial no se podrá vender cerveza distinta a la que fabrica esa empresa que, entre otras, produce la marca Budweiser.
Una comisión del Gobierno regional investigará si el contrato, por el que Anheuser-Bush pagó 47 millones de dólares a la FIFA, no da un margen de maniobra.
Las dos ciudades bávaras que son sede del Mundial, Múnich y Nüremberg, planean organizar, por fuera de las zonas aledañas a los estadios, "villas para los hinchas" en los que se puedan adquirir marcas de productos que no tienen contrato con la FIFA.
"Queremos proveer de productos alemanes genuinos a los aficionados que concurran al Mundial", dijo Monika Hohlmeier, portavoz del gobierno de Baviera.
Nüremberg, además del problema de la cerveza, tiene otro con sus salchichas tradicionales, ya que la empresa estadounidense McDonald's tiene un contrato de exclusividad para vender ese embutido. (Agencias)