Campeón de los torneos ATP de Viña del Mar y Palermo, Fernando González se convirtió en el tenista número uno de Chile, desplazando a Marcelo Ríos, y logró ubicarse en el lugar 17 del ranking ATP.
El balance del tenista de La Reina es por sobre todo, positivo: “Me tiene muy contento que crecí mucho como jugador y sé que puedo lograr mucho más todavía. Ahora, empecé el año muy bien y después quizás tuve, no un bajón, pero no fue tan bueno durante un par de meses. Después ya en Cincinnati empecé jugando mejor, tuve una gran semana, agarré mucha confianza y me sirvió para terminar muy bien el año”, señaló González desde Francia.
Massú y sus lesiones
Cuando está a punto de someterse a una intervención quirúrgica por una afección a su rodilla derecha, y a una segunda operación, esta vez a sus fosas nasales, para mejorar su capacidad aeróbica, Nicolás Massú sólo espera tener una temporada 2003 regular, sin tener que sufrir las lesiones que no le permitieron lograr sus objetivos.
“En febrero, después que gané en Buenos Aires estaba jugando bien y me sentía que iba a ser top 30, top 20. Tenía una fe ciega en mí mismo, y veía que le pegaba a la pelota y la metía en cualquier lado. Después en México perdí, pero estaba jugando un tenis que me hizo pensar: si sigo así me meto entre los 20” contó Massú refiriéndose a su exitoso comienzo de año.
Ahora, el viñamarino sólo quiere concentrarse en el tenis, y dejar atrás las lesiones. Por lo pronto, decidió terminar la relación con su entrenador, el argentino Pablo Martín, para buscar un coach “que haya sido jugador”.
“Ojalá que haya tenido mejor ranking que yo. Siempre he tenido entrenadores que no han sido jugadores, y yo quiero un entrenador que haya vivido lo que yo viví, de estar en una Copa Davis, en un Roland Garros, estar match point contra un número uno del mundo” explicó Massú.
Aunque Marcelo Ríos tuvo un año para el olvido, ya que por primera vez en su carrera desde 1995 no ganó ningún título, la evaluación general para el tenis chileno en la temporada 2002 es positiva. No en vano, éste es el mejor balance de los últimos 20 años tras finalizar con tres jugadores entre los mejores 60 del mundo, y con el país clasificado al mundial por equipos de la ATP, gracias a las actuaciones de Fernando González y el propio Ríos.