El boxeo femenino tenía la atención captada sobre la final de los 66 kilos, donde la argelina Imane Khelif, cuestionada por algunos inescrupulosos, pero apoyada por su país y avalada por el Comité Olímpico Internacional, había dados pruebas más que merecidas para llegar a la disputa del oro en París 2024.

La rival de la argelina fue la china Yang Liu, que había llegado a esta instancia de forma impecable, y sólo había cedido un punto a lo largo de todo el torneo en las semifinales frente Chen Nein Chin, por lo que la final prometía.

Imane Khelif alcanza la gloria olímpica

Desde un primer momento y pese a lo aguerrido de Yang Liu, Khelif trabajó la pelea desde la distancia por su mayor alcance, con buen ojo para conectar en el momento preciso y desarrollar un combate bien trabajado en lo táctico.

La supremacía se empezó a hacer evidente, y por más que Liu no dejó nunca de buscar, sus golpes no daban en su adversaria. Y los jueces vieron lo que todos presenciaron: Imane Khelif era la vencedora, la deportista que cuando perdió nadie criticó, pero cuando ganó fue punto de opiniones mal intencionadas y sin base, pero con su amor propio, y el apoyo de todo un país fue alzada hasta la gloria olímpica con su justificada presea de oro.